Sangre Azul, Richelle Mead

Título: Sangre Azul
Autora: Richelle Mead
Editorial: Alfaguara
Páginas: 356
Entrega: 2/6

Sinopsis

Rose tiene un serio problema con los chicos. Su espectacular tutor Dimitri se está fijando en otra, su amigo Mason está enamorado de ella y el vínculo telepático que tiene con su mejor amiga... la vuelve loca cuando está se enrolla con su novio.

Entonces, un gran ataque de los vampiros más violentos, los strigoi, pone a la academia en alerta, y deciden poner a salvo a los alumnos en la elegante estación de esquí de Idaho. Pero la impresió de seguridad es falsa. Esta vez, Rose -y su corazón- correrá un peligro mayor de lo que imaginaba... 

Sino lo han leído. ¡Háganlo ya!

Los personajes. Bueno si en el libro anterior me gustaron en este me EN-CAN-TA-RON.

Rose, ha madurado se ha vuelto más responsable, pero no por eso ha dejado de ser nuestra chica valiente, fuerte, sarcástica sino todo lo contrario, ahora lo es más una mezcla impresionante de todas esas cosas. Dimitri, ayy chicas lo amarán y lo odiarán y luego volverán amar y amar y amar y amar; la autora nos seguirá manteniendo en vilo con este personaje manteniendo nuestros ojos atentos a cualquier mención o aparición por mínima que sea. Lissa esta vez me ha gustado un poco más ya que ha empezada a valerse por sí misma y dejar de ser tan simplona dejando de auto-compadecerse a cada segundo. Christian bueno a ver me gusta pero no me cae bien (yo me entiendo tranquilos aún no necesito psiquiatra XD). Mason, me gustó mucho es un chico súper tierno y como dije en la reseña anterior aún que está enamorado de la prota no la presiona ni le pide a Rose que sea algo que no es. Mia, la verdad no es que tenga muchas apariciones durante el libro pero a diferencia del anterior sí me ha gustado, diversas situaciones la han hecho madurar (los que hayan leído el libro sabrán a que me refiero). Janine Hathaway, la madre de Rose, para ser sincera ansiaba conocer a esta mujer quien me tenía intrigada sobre todo porque no se hablaba mucho de ella y debo decir que desde mi punto de vista como lectora no me ha caído tan mal, ahora, viendo desde el punto de vista de Rose ya entiendo porque la odia (bueno no la odia sólo no la quiere lo suficiente XD). Tasha, la tía de Christian me ha caído bien pero no ha logrado más que eso primero por el papel que desempeña en la trama y segundo por el papel que desempeña en la trama :p. Adrian, otro nuevo personaje que creo que dará mucho más de que hablar en las próximas entregas; también espero que en las próximos entregas porque hasta ahora aunque me intriga un poco también creo que está un poco loco.

La trama, es sumamente genial, tiene un ritmo ágil y constante que hace que no puedas separarte en ningún momento del libro. Este libro sigue teniendo intriga pero tiene mucha más acción que el anterior.
La manera de narrar de la autora sigue siendo espectacular. Richelle Mead consigue innovar con esta nueva entrega de la saga; nuevos personajes, problemas, escenarios y situaciones.

El romance, les había comentado en el libro anterior que había una fuerte atracción entre los protagonistas, bueno en este libro esa atracción se va convirtiendo en algo más, mas puro, más fuerte más de verdad.
Para mí en el libro anterior todo se basaba en amor-deber pero ahora se ha convertido en algo más de estilo amor-control.
En cuanto a Christia y Lissa sólo puedo decir que están más enamorados que nunca... lo cual no es lo que se dice del todo beneficioso para Rose.

Un libro genial. Oficialmente una de mis sagas favoritas.

Misterio, acción, celos, amor. Una combinación extraordinaria.

-¿Sabes para qué podías estar de verdad? -le pregunté sin mirarlo a los ojos.

-¿Mmm?

-Pues para quitar esa basura de música y poner algo que haya salido después de la caída del muro de Berlín.

Dimitri se rió. 

-Tu peor asignatura es la historia, y nadie sabe cómo, pero eres una experta en la Europa del Este.

-¿Qué pasa? Necesito material para mis bromas, camarada.

Con la sonrisa todavía puesta, cambió el dial de la radio. A una emisora de country.

-¡Hombre! Qué no me refería a esto -exclamé.

Habría jurado que estaba a punto de volver a reírse.

-Elige. O la una o la otra.

Suspiré.

-Vuelve al rollo ochentoso.

Puntuación: 6/6