domingo, 29 de diciembre de 2013

Citas: Malditos


Elegir ser una chica tímida y vergonzosa formaba parte de su misterio, y también de su atractivo. Era el tipo de mujer por la que los hombres estaban dispuestos a hacer cosas, como sacrificar su posición social, robar o incluso luchar...

El infierno no necesitaba piscinas de fuego para ser tormentoso. El tiempo y la soledad bastaban.

Se tumbó y dejó que su cuerpo flotara en el aire hasta que su mente se vaciara. Así debía sentirse uno cuando nadaba sin miedo en el océano. Pero ella prefería nadar en un océano de estrellas. Dejó que el aire la arrastrara por el cielo hasta que el frío y la soledad se hicieron insoportables 

-¿Dónde está Lucas? -preguntó Noel mirando ansiosa detrás de Helena.
-Saltó por la ventana -respondió Helena.
Cogió una taza y se sirvió café. Al levantar la cabeza se percató de que todos la miraban con los ojos como platos.
-No estoy de broma. Nos hemos encontrado en el pasillo y, al verme saltó literalmente por la ventana. ¿Alguien más quiere café?

-¡Helena! -gritó Jerry, que la despertó de aquel sueño tan vívido. Su padre solo la llamaba Helena cuando estaba verdaderamente furioso-. ¿Puedes explicarme por qué hace este maldito frío en esta maldita casa...? ¡Maldita sea!
<Ya está -pensó la chica-.He cabreado tanto a mi padre que ya no sabe ni hablar.>
Jerry se acercó a la puerta del cuarto de baño y empezó a gritarle a través de la madera. Podía imaginarse a su padre allí fuera, señalando con vehemencia la puerta mientras se iba alterando hasta el punto de confundir palabras como <irresponsable> y <desconsiderada> y soltar irresponderada.

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