-¿Te preguntó sobre mi madre? Eso sí que es raro -interrumpió Helena.
-Así que yo he empezado a contestarle con mi estilo habitual de conversación inteligente -aclaró Claire con tono demasiado inocente.
-Traducción: le has insultado.
-Helena es muy pudorosa y quería vestirse ella sola -informó Ariadna mientras vertía un poco de miel sobre un bol lleno de gachas de avena, que segundos después, le colocó delante.
-¿Pudorosa? Sí claro... -añadió Héctor con sarcasmo mientras le alcanzaba a Lucas un plato lleno de panceta.
-Ese era el camisón de tu hermana, ¿verdad? -preguntó Lucas sin alterarse.
Héctor fue prudente y cerró el pico.
-Sí -respondió Ariadna por Héctor sin comprender la tensión-. ¡Es tan cómodo! ¿Qué pasa? ¿De qué os reís?
-De nada, Ari. Déjalo correr -respondió Jasón, algo afligido y tapándose los ojos con la mano. Todos estaban desternillándose de la risa, incluidos Cástor y Noel.
-Un placer conocerle, señor Hamilton -se despidió antes de encaminarse hacia el coche.
-Maldita sea, cómo desearía que tuvieras acné en la cara. O que no te creciera el pecho -replicó Jerry.
-¡Papá! -se enfurruñó Helena, avergonzada-. Buenas noches, Lucas -se despidió como si estuviera excusándose.
que citas nos has puesto¡¡¡¡¡me has dejado con los dientes largos¡¡¡
ResponderEliminarjajajja si me acuerdo perfectamente de estas citas estan para reirse todo el dia !!! predestinados uno de mis libros favoritos
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